La vendimia en la Denominación de Origen Protegida (DOP) Vinos La Palma comenzó el pasado 27 de julio en la Subzona Hoyo de Mazo y Fuencaliente, una fecha prácticamente coincidente con la campaña del año pasado. En la Subzona Norte comenzó 20 días antes de las fechas habituales para la zona. Hasta el momento, se han recolectado un total de 265.600 kilos de uva, distribuidos entre 15 de las 21 bodegas adscritas a la DOP, una cifra anormalmente baja.

En cuanto a la tipología de la uva recogida, el 77% corresponde a variedades de uva blanca, mientras que el 33% es de uva tinta. Sin embargo, se espera que estos porcentajes se equilibren a medida que la vendimia avance en las próximas semanas. En comparación, la cosecha de 2023 alcanzó un volumen total de 756.000 kilos, con una distribución del 45% de uva blanca y un 55% de uva tinta.

El bajo rendimiento de este año está estrechamente ligado a las condiciones climáticas adversas. Las bajas precipitaciones y la falta de horas de frío durante el invierno han afectado negativamente la fertilidad de los viñedos y las brotaciones. Este contexto ha provocado una vendimia muy distinta a las anteriores, influenciada fuertemente por los microclimas específicos de las distintas zonas vitivinícolas de la isla, obligando a los viticultores a realizar varias pasadas por la misma parcela para vendimiar la uva de una misma variedad. Entre las variedades más afectadas por la sequía destaca el Albillo Criollo, Bujariego, Listán prieto o Negramoll.

Desde el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos La Palma, se sigue trabajando para apoyar a los viticultores en esta complicada campaña y garantizar que, a pesar de las dificultades, los vinos de la isla mantengan su tradicional calidad y carácter único.