Tipos de vino
Blancos secos
Suelen ser aromáticos y ligeros, con frescos aromas a flores y frutas. La inmensa mayoría son jóvenes, lo que refuerza la personalidad de las variedades con las que se elaboran. Listán blanco, bujariego y albillo son tres de las más conocidas.
Tintos y rosados
La mayor parte de estos vinos son jóvenes. La negramoll es la cepa sobre la que se elaboran la mayor parte de caldos englobados en esta categoría, aunque a veces se añaden otras minoritarias (listán prieto, almuñeco, etc.). Los rosados pueden hacerse mezclando estas variedades con uvas blancas, pero lo más habitual es utilizar sólo negramoll.
Vinos de tea
Dentro de la Denominación de Origen de Vinos de La Palma, en la subzona Norte se autoriza la denominación "Vino de Tea" en el etiquetado de aquellos vinos blancos, rosados o tintos, que adquieren sus cualidades por envejecimiento en envases de madera del corazón del "Pinus canariensis" (tea). Esto les confiere características organolépticas propias y tradicionales. La barrica de roble o castaño ha sido aquí sustituida tradicionalmente por otra de esta madera.
En el Norte de La Palma, podemos distinguir dos zonas, la Noroeste y la Noreste. Ambas se diferencian, en cuanto a técnicas vitícolas, variedades cultivadas, técnicas artesanales de elaboración, etc. Siendo los vinos de tea los más tradicionales en la comarca Noroeste, que incluye los municipios de Garafía, Puntagorda y Tijarafe. Se trata de una ladera muy pendiente, cortada por numerosos y profundos barrancos y en la que la mayor parte del viñedo se encuentra en cotas altas, situadas entre los 800 y los 1500 metros de altitud. Los vinos de tea se suelen elaborar con una mezcla de variedades, blancas como Listán Blanco y Albillo, suelen madurar antes y aportan a la mezcla la cantidad de azúcar necesaria. La variedad tinta, más tardía, la Negramoll, aporta acidez y algo de color. El Prieto y el Muñeco o Almuñeco, son de maduración más temprana que la anterior y aportan mayor cantidad de materia colorante a los vinos de tea.
Naturalmente Dulces
Dentro de esta categoría, la joya de la corona es el malvasía, un vino cuyas cepas se plantan principalmente en dos zonas muy concretas de la isla (Fuencaliente y Villa de Mazo). La uva se deja madurar en la planta hasta que comienza a pasificarse, lo que refuerza la presencia de azúcares y la gradación alcohólica del producto final. Son vinos ambarinos, nobles y extremadamente aromáticos. El sabro es otra variedad importante en la elaboración de blancos dulces. En la actualidad también se pueden encontrar en la isla vinos tintos naturalmente dulces, elaborados a partir de la variedad negramoll.
Suelen ser aromáticos y ligeros, con frescos aromas a flores y frutas. La inmensa mayoría son jóvenes, lo que refuerza la personalidad de las variedades con las que se elaboran. Listán blanco, bujariego y albillo son tres de las más conocidas.
Tintos y rosados
La mayor parte de estos vinos son jóvenes. La negramoll es la cepa sobre la que se elaboran la mayor parte de caldos englobados en esta categoría, aunque a veces se añaden otras minoritarias (listán prieto, almuñeco, etc.). Los rosados pueden hacerse mezclando estas variedades con uvas blancas, pero lo más habitual es utilizar sólo negramoll.
Vinos de tea
Dentro de la Denominación de Origen de Vinos de La Palma, en la subzona Norte se autoriza la denominación "Vino de Tea" en el etiquetado de aquellos vinos blancos, rosados o tintos, que adquieren sus cualidades por envejecimiento en envases de madera del corazón del "Pinus canariensis" (tea). Esto les confiere características organolépticas propias y tradicionales. La barrica de roble o castaño ha sido aquí sustituida tradicionalmente por otra de esta madera.
En el Norte de La Palma, podemos distinguir dos zonas, la Noroeste y la Noreste. Ambas se diferencian, en cuanto a técnicas vitícolas, variedades cultivadas, técnicas artesanales de elaboración, etc. Siendo los vinos de tea los más tradicionales en la comarca Noroeste, que incluye los municipios de Garafía, Puntagorda y Tijarafe. Se trata de una ladera muy pendiente, cortada por numerosos y profundos barrancos y en la que la mayor parte del viñedo se encuentra en cotas altas, situadas entre los 800 y los 1500 metros de altitud. Los vinos de tea se suelen elaborar con una mezcla de variedades, blancas como Listán Blanco y Albillo, suelen madurar antes y aportan a la mezcla la cantidad de azúcar necesaria. La variedad tinta, más tardía, la Negramoll, aporta acidez y algo de color. El Prieto y el Muñeco o Almuñeco, son de maduración más temprana que la anterior y aportan mayor cantidad de materia colorante a los vinos de tea.
Naturalmente Dulces
Dentro de esta categoría, la joya de la corona es el malvasía, un vino cuyas cepas se plantan principalmente en dos zonas muy concretas de la isla (Fuencaliente y Villa de Mazo). La uva se deja madurar en la planta hasta que comienza a pasificarse, lo que refuerza la presencia de azúcares y la gradación alcohólica del producto final. Son vinos ambarinos, nobles y extremadamente aromáticos. El sabro es otra variedad importante en la elaboración de blancos dulces. En la actualidad también se pueden encontrar en la isla vinos tintos naturalmente dulces, elaborados a partir de la variedad negramoll.