Singularidades
Dada la topografía tan accidentada de nuestra isla, la mayoría del viñedo se encuentra ocupando parcelas de superficies muy irregulares, caracterizándose por pequeñas plantaciones minifundistas, de baja densidad y escasos rendimientos, lo que dificulta muchísimo la mecanización.
Los viñedos se encuentran en laderas de pendientes pronunciadas, en las cuales se han construido bancales de superficie escasa, mediante obras, cuando menos espectaculares, de paredes de piedra seca, ocupando una franja de anchura variable, que rodea la isla casi de forma continua, entre los 200 y los 1.400 m, de altitud.
Históricamente se han aprovechado los suelos más pobres y marginales para el cultivo de la vid, reservándose las mejores tierras para cultivos de primera necesidad, cereales, papas etc. Es por ello que el agricultor palmero con un esfuerzo sin precedentes, ha sabido convertir sus escorias volcánicas en feraces tierras productivas.
Prácticamente la totalidad de nuestro viñedo está plantado sin injertar, por estar La Palma libre del ataque de la Filoxera (plaga proveniente de America, que arrasó todo el viñedo europeo a finales del siglo XIX). Se podría decir que en un importante porcentaje las cepas de la isla tienen edades superiores a los 40 años, y en el caso del Malvasía podríamos hablar de cepas de más de 100 años de antigüedad.
Los viñedos se encuentran en laderas de pendientes pronunciadas, en las cuales se han construido bancales de superficie escasa, mediante obras, cuando menos espectaculares, de paredes de piedra seca, ocupando una franja de anchura variable, que rodea la isla casi de forma continua, entre los 200 y los 1.400 m, de altitud.
Históricamente se han aprovechado los suelos más pobres y marginales para el cultivo de la vid, reservándose las mejores tierras para cultivos de primera necesidad, cereales, papas etc. Es por ello que el agricultor palmero con un esfuerzo sin precedentes, ha sabido convertir sus escorias volcánicas en feraces tierras productivas.
Prácticamente la totalidad de nuestro viñedo está plantado sin injertar, por estar La Palma libre del ataque de la Filoxera (plaga proveniente de America, que arrasó todo el viñedo europeo a finales del siglo XIX). Se podría decir que en un importante porcentaje las cepas de la isla tienen edades superiores a los 40 años, y en el caso del Malvasía podríamos hablar de cepas de más de 100 años de antigüedad.