Vinos de La Palma
Se cree que en 1505 se plantaron las primeras cepas en la isla de La Palma, traídas a manos de los conquistadores. La variada procedencia de éstos y de los posteriores colonizadores ha dado lugar a una riqueza varietal inigualable en otras zonas.
Desde principios del siglo XVI la calidad del vino se impuso de tal forma en los palacios de las principales cortes europeas que nunca faltaba el Malvasía “que alegra los sentidos y perfuma la sangre” según palabras del propio Shakespeare. Goldoni, R. Stevenson, Walter Scott y Lord Byron también alabaron nuestros vinos. Esa justa fama y la privilegiada situación geográfica de la isla, escala obligada de las principales rutas comerciales de aquellos tiempos, originaron un floreciente comercio de vinos convirtiendolo en la principal fuente de riqueza del Archipiélago. En 1.848 la decadencia de los vinos Canarios, es enorme y con el ataque del oidio, y del mildiu, sufre este cultivo un grave descalabro.
Con el comienzo del cultivo de la platanera en las zonas costeras de la isla, a mediados de los años cincuenta del siglo pasado, se abandona mucha viña. Es a partir de la creación de la Denominación de Origen “LA PALMA”, en 1994, cuando el sector vitivinícola insular sufre una importante transformación, se recuperan viñas abandonadas, se plantan nuevas y el vino comienza a conocerse dentro y fuera de la isla y a venderse a buen precio.
Desde principios del siglo XVI la calidad del vino se impuso de tal forma en los palacios de las principales cortes europeas que nunca faltaba el Malvasía “que alegra los sentidos y perfuma la sangre” según palabras del propio Shakespeare. Goldoni, R. Stevenson, Walter Scott y Lord Byron también alabaron nuestros vinos. Esa justa fama y la privilegiada situación geográfica de la isla, escala obligada de las principales rutas comerciales de aquellos tiempos, originaron un floreciente comercio de vinos convirtiendolo en la principal fuente de riqueza del Archipiélago. En 1.848 la decadencia de los vinos Canarios, es enorme y con el ataque del oidio, y del mildiu, sufre este cultivo un grave descalabro.
Con el comienzo del cultivo de la platanera en las zonas costeras de la isla, a mediados de los años cincuenta del siglo pasado, se abandona mucha viña. Es a partir de la creación de la Denominación de Origen “LA PALMA”, en 1994, cuando el sector vitivinícola insular sufre una importante transformación, se recuperan viñas abandonadas, se plantan nuevas y el vino comienza a conocerse dentro y fuera de la isla y a venderse a buen precio.