Malvasía Dulce: Historia
Para encontrar las primeras referencias de este vino legendario, tenemos que remontarnos algo más de cinco siglos. Fue a finales del siglo XV, con la llegada de los primeros colonizadores europeos del Archipiélago, cuando comienzan a plantarse viñedos en La Palma. Entre las muchas cepas importadas, vinieron algunos ejemplares de esta antiquísima variedad mediterránea. De hecho, algunos expertos relacionan el nombre malvasía con el puerto griego de Monemvasía, en la península del Peloponeso, aunque otras fuentes parecen apuntar hacia la localidad cretense de Candia.
Sea como fuere, apenas doscientos años después de su llegada, la extraordinaria calidad del malvasía canario ya era bien conocida en las cortes europeas. Por las islas pasaba en aquel entonces una de las rutas de navegación más transitadas del mundo, lo que favoreció a la vez su distribución y su fama. Innumerables personajes famosos a lo largo de la historia han dado testimonio de que el vino de Malvasía es un vino de calidad. Las principales exportaciones de la época se produjeron hacia Inglaterra, de ahí que escritores de la talla de Shakespeare, Lord Bayron hablaron de los vinos canarios como uno de los néctares preferidos por los dioses. Goldoni lo cita multitud de veces en su extensa obra literaria.
En el siglo XIX llega a Europa la temible filoxera, una plaga de proporciones casi bíblicas que arrasó con las dos terceras partes de la producción del continente. Muchas de las llamadas variedades nobles, el grupo al que pertenece la malvasía palmera, se extinguieron para no volver a aparecer jamás. Sólo el relativo aislamiento de Canarias permitió conservar la práctica totalidad de las traídas al archipiélago. Y entre ellas, la que nos ocupa en este reportaje.
En nuestros días zonas volcánicas como la de Fuencaliente y Hoyo de Mazo, son las que más espacio dedican al cultivo de este varietal en la isla.
Artículos de interés
- 1555, malvasía en La Palma. María Victoria Hernández
Cronista Oficial de la ciudad de Los Llanos de Aridane (2002), miembro de la Academia Canaria de la Lengua (2009) y de la Real Academia Canaria de Bellas Artes San Miguel Arcángel (2009)